"En Lanson nos preocupamos por los demás, siempre con una mirada nueva.




No damos el amor por sentado. Porque el amor debe renovarse constantemente si queremos que perdure. Desde 1760, renovamos nuestro saber hacer tradicional, transmitiendo con respeto nuestro amor por el terruño de Champagne. Cada creación es un redescubrimiento de nuestras preciadas uvas bajo una nueva luz.



Cada relación con los demás refleja los lazos de lealtad que cultivamos con nuestros socios. Cada degustación invita a revivir un momento precioso. Impulsados por una mente abierta y guiados por una búsqueda incesante del progreso, apostamos por una creatividad constantemente renovada".